Estoy caminando por la ciudad más antigua del planeta, casi 4000 años de existencia ininterrumpida, la superviviente ciudad de Benarés-Varanasi, en India. Este laberinto sobre 6 kilómetros a la vera del Ganges. La urbe parece como cayéndose al río, por el oeste, imitando a los millones de peregrinos que vienen a zambullirse para liberarse del circulo de las reencarnaciones en la tierra y hacer un salto de nivel en la evolución del alma.
Es el amanecer, ya llegan miles para bendecirse en el mítico río sagrado color de mate cocido y con densidad de café con leche espeso, con fuerte olor a ceniza.
Los creyentes despliegan colores únicos, dorados, violetas, rojos y el amarillo azafrán hacen nacer un festival de colores. El aire se llena de exclamaciones de gratitud generando un mantra colectivo que estremece las entrañas.
Padres purificandose… en la contaminación, niños sumergidos y emergidos , ancianos de movimientos lentos, pero apurados para la mejor reencarnación, mujeres envueltas en guirnaldas que van ofrendándolas al río de la salvación.
Manjit (luz de la mente) mi guía, con su mano amable me señala como en una bandeja que el Ganges me esta esperando para limpiar mis pecados mundanos… y con mi mejor sonrisa le digo “por ahora no”,y que prefiero navegar el río en una embarcación y que no filtre agua. La contaminación aquí es terrible solo una cuestión de fe no mata a la gente que se baña allí.
Partimos en la balsa , empezamos a remar, cuando de repente mi remo de la izquierda se atasca, miro y son los restos de una cabra, mientras que Manjit me dice que también ellas tienen alma pero se las tira aquí sin quemarlas, al igual que a las mujeres embarazadas, o los brahmanes o los picados por una cobra, ya que el veneno de estas es purificador y no hace falta más, o los niños menores de tres años . Le digo que espero no encontrarme con nada de ello y él con una sonrisa, me contesta :
-Mmm imposible, aquí hay varios de estos que se depositan en las aguas buscando redención eterna.
A es altura de la experiencia todo lo que estoy viviendo, son misiles asertivos a mi supuesta libertad multicultural.
Decido recostarme en el bote mirando al cielo, buscando respuestas a preguntas que no tengo, el bote sigue a la deriva , chocando cuerpos y yo rogando que no sea el de un niño.
El olor es intenso, estamos llegando al Ghat(escalinata) Manikarnika ,el más famoso de los más de 100 que hay, en donde la cremación de cuerpos se realiza,a más de 300 humanos por día que aqui se los trae en busca de cerrar el ciclo de reencarnación en la tierra y que su alma transmute a otro plano fundiéndose en la energía cósmica.
La imagen es fantasmagórica pero apacible, los edificios inmediatos están absolutamente grises mientras que varias montículos de fuego van incinerando los cuerpos envueltos en mantos y ornamentos.
Nos acercamos hasta unos 30 metros , me llama la atención una cadena de hombres que están con grandes coladores que zarandean las cenizas mortuorias.
-Manjit que hacen?- pregunto.
-Son los “intocables”, la casta más baja, y están buscando si quedó alguna pieza dentaria de oro en los cremados… ellos viven de esas propinas que le dan los muertos.-
Cada respuesta me sumerge más en mi incapacidad cultural pero ya me entregó, sin resistencia al poder de estas creencias que hasta me hacen dudar de la mía.
Mi guia me dice un oportuno:
-Basta por hoy señor, pero mañana haremos todo la ceremonia de cremación acompañando a una familia.-
Asiento en silencio, regreso a mi hotel, descansando de los impactos del día y buscando fuerza para lo que vendrá.
Salgo a caminar por el barrio, cuando de repente veo pasar 2 camionetas que en el techo, en una especie de camilla, van llevando otros muertos rumbo al Ganges, decido volver al hotel y ver algo occidental en la tele, necesito una inyección de contracultura.
…………………..
Llegó el día del proceso con absoluta cercanía. Estamos en un kiosco, tomando una gaseosa a unos 300 metros del ghat, por aquí van pasando los cadáveres, ya pasaron varios. Manjit espera que terminemos nuestro liquido con sabor a curry y nos enfilamos detrás de los dolientes, no hay mujeres pues se cree que ellas son propensas a llorar y no es bueno para la reencarnación celestial que haya fluidos humanos vivos en el proceso de despedida. Todos van serios pero sin lágrimas, se lleva al muerto envuelto en un sudario preferentemente color azafrán en los hombros de sus seres queridos, el descendiente mayor adelante, pasamos por el vendedor de leña, donde se negocia que calidad de leña pueden comprar y si le pondrán sándalo y polvo de sahumerio… o no, todo depende de la posición económica de los sobrevivientes. #exploralo.
El gran logro alcanzar EL MOKSHA el final de las reencarnaciones.
Llegamos a la escalinata, debemos hacer cola , nos quedamos en silencio, esperando el turno de “nuestro” muerto mientras van armando la pira. Se sumerge el cuerpo en el río, lo rescatan y el hijo mayor pasa por el cuerpo envuelto de su padre, un ungüento ,como una manteca aromatizada, se lo pone mirando hacia arriba- si es hombre- y se recoge con una antorcha, el fuego eterno que hay allí.
Se da siete vueltas caminando alrededor del muerto y se enciende la pira. Todavía no llegó al cuerpo, pero de repente una chispa enciende la mortaja y todo se transforma en una bola de fuego, miramos en silencio, el fuego se hace intenso, los olores también ya superan al sándalo, cuando de repente un sonido intenso, contundente y seco genera una emoción alegre en los rostros, se abrazan, sonríen tímidamente. No se que pasa. Manjit me dice al oído:
– Es el sonido del cráneo que explotó, significa que se logró la transmutación. Menos mal porque sino el hijo tiene que golpear con un palo el cráneo para consumar la elevación.
El nirvana tan buscado simbolizado con la explosión de la calavera.#exploralo.
Siguen los familiares mirando como se consume el cuerpo mientras que al lado otros “dolientes” golpean el cuerpo de su muerte, para que se consuma veloz pues se esta acabando la leña y no se acaba el cuerpo.
– Eso pasa por comprar la leña mas barata. me comenta Manjit. En fin hasta para morir , en paz, hay que tener recur$o$ . #exploralo.
Vamos retornando por la misma callejuela mientras vienen otros muertos a contramano.
Nos tomamos otra gaseosa sabor a curry y comienzo a sentir intensamente eso de estar vivo, sabiendo que el frío de la muerte puede ser caliente.
¿Qué será más agobiante morirse o pensar que moriremos?
Y de noche mientras se siguen cremando, el momento más espiritual….#exploralo.
Qué pasa con los gobiernos de la India? Tanta tecnología y misiles pero.¿que hay de los “intocables”, la casta más baja, que buscan si quedó alguna pieza dentaria de oro en los cremados… ellos viven de esas propinas que le dan los muertos».-
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