Quieres más Lola?

“Paraliza la resistencia con la persistencia.”

Woddy Hayes.

Por mi actividad como entrenador de organizaciones, tengo el privilegio de visitar cientos de plantas de las más variadas producciones. Cada fábrica tiene historias dignas de contarse.

Bagley de Villa Mercedes tiene un museo que resguarda la fuerte y sabrosa historia  de más de 100 años de trayectoria marcada en su marca.

Ver en los pasillos carteles que hacen pensar ¿qué significa eso? Inmediatamente me cuentan… En este lugar se guardan las partidas de producción para chequear la calidad por cierto tiempo ante cualquier reclamo… la galletoteca….un verdadero archivo de galletitas. #exploralo.

Los empleados con sus guardapolvos impecables se mueven como espigas de la misma harina que transforman en sabores exquisitos.

Todo empezó con el emprendedor estadounidense Melville Sewell Bagley, que con tan solo 24 años y huyendo de la guerra civil de su país, recala en Buenos Aires en 1862 y comienza a trabajar en una farmacia que producía elixires curativos. El, como buen emprendedor no dudo en independizarse velozmente y crear su propio producto,  un tónico digestivo. Y con cascaras de naranja produjo un famoso licor. Lo llamo Hesperidina, en homenaje a las ninfas de la mitología griega que cuidaban los árboles frutales, las famosas hespérides.

Con la Hesperidina, Don Bagley fue reconocido por todos los sectores sociales, hasta Julio Cortazar nombra la Hesperidina en sus cuentos y Goyeneche tonificaba su «garganta con arena» gracias al licor sanador, Molina Ocampo en sus dibujos puso a la Hesperidina como el licor gauchesco por excelencia.

El buscador de Don Bagley incursionó en la transformación de la harina y fundó una «familia de galletitas» desde las Criollitas hasta las Merengadas, pero hubo una en particular que trascendió el significado de su propio nombre.

Cuando una marca se supera a sí misma, es justo cuando la comunidad se apropia de su significado y significante. Y esa fue la galletita LOLA.

Lola nació en 1873 y rápidamente fue considerada de alto poder nutricional y de yapa se elaboraba con ingredientes libre de aditivos artificiales. Lola logró el respaldo de los médicos, que hasta la recetaron para acompañar la recuperación nutricional en los enfermos y a estos a su vez les encantaba comer la famosa Lola.

Lola empezó a estar en los menú de los hospitales, sanatorios y clínicas, como un postre sanador.

Cuentan que un enfermero rumbo a la morgue, empujando una camilla  donde estaba un cadáver, sintetizó el final del enfermo diciendo…..Este no quiere más Lola!!!!

Y desde allí Lola fue más que una galletita, el no quiere más Lola, se popularizó para representar a aquellos que abdican en sus intentos de algún logro.

Don Bagley con su Lola, género un concepto que lo trascendió.

Sigo recorriendo los recovecos de la historia de Don Bagley … este si que quería siempre más Lola.

Y vos en qué temas no quieres más Lola?

Y en qué temas quieres mucha Lola?

Recordar….El ganador nunca deserta, el desertor nunca gana!!!#exploralo.